Kheiron Módulo 3
Visibiliza realidades complejas Evitar tratamientos homogeneizadores (por ejemplo, personas con discapacidad), reconociendo subgrupos que pueden permanecer invisibles (mujeres con discapacidad, personas LGTBI que también viven en la pobreza, etc.). Mejorar la eficacia de las intervenciones Diseñar acciones formativas, culturales o sociales sin tener en cuenta la intersección de los ejes puede perpetuar las brechas. Por ejemplo, un taller de empleo para jóvenes rurales puede fracasar si no se adapta a las necesidades de quienes también sufren discriminación de género o dificultades de movilidad. Promueve la solidaridad y las alianzas Fomenta espacios de encuentro donde diferentes poblaciones puedan compartir estrategias de resistencia y apoyarse mutuamente, reconociendo que luchas aparentemente diferentes tienen puntos en común. Cada persona vive una realidad única: por ejemplo, la experiencia de una mujer con discapacidad no será idéntica a la de un hombre con la misma discapacidad, ni a la de una mujer sin discapacidad, porque además de la barrera estructural, existe un imaginario social diferente para cada sexo. Como hemos visto, la interseccionalidad no es más que una descripción de la diversidad de las personas en el mundo. Atender a la diversidad es fundamental, pero actuar sobre ella es practicar la inclusión. En esta práctica de la inclusión, la interseccionalidad desempeña un papel importante: Los beneficios de centrarse en la interseccionalidad son evidentes, pero para practicar adecuadamente la inclusión en nuestras acciones, debemos atender a los distintos ámbitos de la diversidad y a sus aplicaciones prácticas. Hay tantos tipos de diversidad como personas, pero pueden identificarse cuatro grandes grupos: Diversidad cultural Reconocer cómo la migración, la lengua materna y la religión se combinan para dar forma a barreras específicas para acceder a programas educativos o servicios sociales. Diversidad funcional Abordar no sólo las barreras físicas, sino también las actitudes, los prejuicios y los estilos de comunicación que afectan de forma diferencial a las mujeres, las niñas, las personas no binarias o las personas mayores con discapacidad. Diversidad sexual y de género Diseñar protocolos inclusivos que incluyan a las personas trans y no binarias, evitando los supuestos cis-heteronormativos tanto en los entornos educativos como en las actividades comunitarias. Diversidad socio-económica Tener en cuenta cómo la pobreza y la falta de infraestructuras se entrelazan con otros factores determinantes (género, etnia) para aumentar la vulnerabilidad de determinados grupos. 03 Perspectiva de género, diversidad e inclusión en la mentoría
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